Cuanto más sepa sobre la diabetes y los pies, más fácil le será prevenir problemas. Su equipo de atención médica puede enseñarle cómo revisarse los pies todos los días. Esto le ayudará a detectar signos de advertencia. También pueden darle otros consejos sobre el cuidado de los pies. Antes de las visitas al consultorio, anote todas las preguntas que tenga sobre el cuidado de los pies. Durante las visitas, haga todas las preguntas que tenga. Haga lo siguiente para cuidar los pies:
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Examínelos a diario con un espejo de mano con aumento para detectar cortes, ampollas, enrojecimiento, hinchazón o problemas en las uñas. Compruebe entre los dedos de los pies y la planta de los pies.
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Lleve un estilo de vida saludable y tome los medicamentos adecuados para controlar la diabetes.
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Programe un examen regular de los pies con el médico.
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Evite caminar descalzo, incluso en el hogar, para minimizar el riesgo de lesiones.
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Use calcetines a la hora de dormir si los pies tienden a enfriarse por la noche. Evite el uso de almohadillas térmicas o bolsas de agua caliente.
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Mantenga los pies secos y calientes, en especial durante el invierno, y use un antitranspirante si suda mucho.
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Antes de usar zapatos, sacúdalos y revise el interior para ver que no haya ningún objeto, ya que la sensibilidad reducida puede impedir sentirlos. Esto puede causar cortes, abrasiones u otras lesiones en los pies.
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Use calcetines limpios y secos y cámbielos a diario. Puede usar calcetines con amortiguación adicional, sin parte superior elástica, largos hasta el tobillo y con fibras que absorban la humedad.
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No se trate raspones, ampollas, enrojecimientos, durezas o callosidades por su cuenta; consulte a un médico para recibir un tratamiento profesional adecuado tan pronto como note el cambio en la piel.
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Córtese las uñas con cuidado, en línea recta, y lime los bordes. No corte las uñas demasiado para evitar que se encarnen.
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Aplique crema hidratante en los pies, excepto en las partes entre los dedos, para evitar que la piel seca le pique o se agriete.
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Lávese los pies con suavidad. Use un paño suave o una esponja y seque con cuidado entre los dedos de los pies.
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Lávese los pies a diario con agua tibia (evite el agua caliente) y manténgalos limpios para prevenir infecciones. No sumerja los pies.
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No fume, ya que puede obstaculizar el flujo de sangre y también causar problemas en los pies.